Giovanni Rosanía Mendoza
Escritor y columnista.
Las dotaciones, las posibilidades y los obstáculos
Hallarse ante dos sentidos plantea el escenario en principio de un posicionamiento en un ambiente externo que se contradice. Este detenimiento podría ser el resultado de una dinámica que se reconoce por sí ante caminos distintos.
No obstante la anterior descripción, también se percibe en el encuentro de doble vía una situación estática que se ha mantenido así y por su cuenta. En todo caso, sea dinámica o estática la situación, es algo geográfico. Es el reflejo de lo interno de un ser humano con el reflejo externo de otro ser humano. Se trata de un recorrido de lo interno hacia lo externo que incluye igualmente la devolución hacia lo interno luego de percibir lo externo.
Son las dotaciones que permanecen en el inventario del hombre como las dotaciones que también se hallan en los reinos animal, vegetal o mineral, eso es lo interno. Lo externo al contrario enuncia o expone una serie de posibilidades y al mismo tiempo una serie de obstáculos que teóricamente imponen la reflexión en el sentido de que necesariamente hay que sortear lo visualizado, esto es, lo que se tiene y lo que no se tiene, de otra manera no habría avance.
Las posibilidades y los obstáculos alertan como diagnóstico para avanzar al encuentro de dos sentidos: la colaboración. La colaboración entonces se convierte en un asunto que no se puede desconocer, es decir, no es soslayable, porque es necesario, pero es un encuentro que no puede acontecer de cualquier manera. En este sentido, uno de los primeros elementos a observar o atender es la claridad, esa misma que permitirá advertir con suficiencia el entorno de dotaciones internas y situaciones externas, esto es, las posibilidades y los obstáculos.
La claridad, la honestidad y la responsabilidad, articulaciones necesarias
Al lado del señalado relevante, la claridad, surgen otros elementos como la honestidad y la responsabilidad. A través de la honestidad te reconoces, pero de la misma forma la honestidad del interlocutor hará posible que se le reconozca a este también. Ajustadas la claridad y la honestidad, la responsabilidad fija seguridades y límites, entonces una vez que se junten la claridad, la honestidad y la responsabilidad, lo que viene es el sello de estas tres virtudes que al tiempo son deberes, lo cual se logra con el acuerdo de voluntades.
Lo que tenemos en consecuencia después de este desplazamiento de ideas es que la colaboración emerge como necesaria frente a las posibilidades y los obstáculos, de contera se deberán reunir las dotaciones internas de los seres humanos con las situaciones externas bajo la cobertura de un prisma ético que incluye los contenidos de claridad, honestidad y responsabilidad, de otra forma no puede funcionar debidamente la colaboración, el encuentro de doble vía.